Diario de Campo Nº 8
CAPITULO 7
7.4. La vía de Edgar Morin
La acción política se ha basado siempre, implícita o
explícitamente, en una concepción del mundo, del hombre, de la sociedad y de la
historia, es decir, en un pensamiento. La política es
un arte; por numerosos que sean los conocimientos en los que se basa, sigue
siendo un arte, no sólo por la imaginación y la creatividad que exige, sino
también por su capacidad de afrontar la ecología de la acción.
La comunidad de destino de la especie humana frente a problemas vitales
y mortales comunes exige una política de la humanidad; se basaría en e!
concepto de Tierra-Patria, que supone la conciencia del destino, la identidad y
e! origen común de toda la humanidad. La Tierra-Patria, lejos de anular las
patrias singulares, las integraría en una gran patria común. Los
internacionalismos ignoraban la importancia de la diversidad cultural y
nacional.
El desarrollo industrial comporta un incremento de los niveles
de vida fabricando en masa, a precios cada vez más asequibles, sus productos de
uso y consumo. Pero ese desarrollo, que parecía providencial hace tan sólo
cincuenta años, representa hoy dos amenazas para la sociedad y para los seres
humanos: una, exterior, resulta de la degradación ecológica de su entorno; la
otra, interior, procede del deterioro de su calidad de vida.
La democracia es un sistema frágil que una crisis grave puede derribar
y que necesita un largo arraigo histórico para consolidarse.
En las crisis de las democracias se cuecen las dictaduras, pero,
afortunadamente, en las crisis de las dictaduras se cuecen las democracias, como
se ha visto en numerosos países de América Latina. Me limitaré a observar que
la vía democratizadora es necesariamente larga y aleatoria.
La demografía encierra imprevistos. En Europa, la natalidad está
decreciendo desde la segunda mitad del siglo xx. China impone unas
restricciones drásticas de nacimientos a su población. Únicamente África
conserva una media de cinco hijos por pareja. , la
agricultura y la ganadería
industrializadas derrochan un agua cada vez más vital, absorbiendo dos tercios del agua que se
consume en nuestro planeta.
La medicina occidental aparece como la única medicina auténtica.
Sus descubrimientos, sus conocimientos, sus logros no cesan de
progresar desde e! siglo
XIX: conocin1ientos anatómicos, fisiológicos, celulares y bioquímicos; vacunas
antibacterianas, corticoides, antibióticos; aportaciones de! diagnóstico por la imagen
(radiología, escáner, gammagrafía, endoscopia); éxitos prodigiosos de la cirugía, especialmente
cardíaca, pulmonar y
hepática; victorias sobre la mortalidad infantil, en el parto, la mortalidad senil, la
hipertensión. Finalmente, e! descubrimiento de las células madre en los organismos
adultos, que constituye una promesa de prolongación no senil de la vida humana. Por eso, la medicina
occidental se ha
difundido por todos los continentes, relegando las medicinas tradicionales al rango de
prácticas retrógradas, cuando no ilusorias. Sus progresos en la investigación, los conocÍll1ientos y las
terapias, ligados a los
de la higiene, la educación, el modo de vida, han contribuido a alargar la esperanza de vida
desde los veinticinco hasta los setenta u ochenta años en el mundo occidental.
Juicio crítico: la vía de Edgar Morin me pareció muy interesante ya que te hace
ver más allá de tus expectativas y te pone a pensar en contra de la
conformidad.
http://www.ceuarkos.com/Vision_docente/morinlavida.pdf
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